¿La plata no te alcanza nunca?
Aprender a gastar menos y ahorrar más es toda una ciencia. Se requiere no solo control de las emociones sino mucha destreza con los números, matemática y razón de por medio. Por eso, a pesar de que las reglas no son tan difíciles ni tan complejas, no todos logran llegar a fin de mes con la billetera en azul. Para aquellos estudiantes como Javier, que se les hace difícil ahorrar dinero, el economista Luis Ugartelli, experto en finanzas personales, así como director de la consultora Market Facilitators, comparte 20 consejos fáciles de seguir para que Javier ingrese al mundo del ahorro, para que llegue a fin de mes con solvencia y quizá hasta para darse un gustito.
- Hacer un presupuesto: Todo inicio tiene un principio. Y, para empezar a ahorrar, se debe empezar por el comienzo: armar un presupuesto. Este debe registrar todo lo que gastamos versus lo que tenemos. De esa forma podremos planificar con anticipación en qué podemos gastar, en qué no y asegurarnos de reservar un fondo para ahorrar.
- Definir prioridades: Cada persona tiene prioridades diferentes según sus necesidades. Para Javier los gastos más importantes dentro de su presupuesto son movilidad y material de estudio. Al definir su presupuesto, Javier deberá asignar más fondos a estos rubros, limitando el exceso de otros gastos, como diversión y ropa.
- Eliminar productos o servicios que no son prioridades: Te encanta ir al cine hasta cuatro veces al mes, pagar un plan postpago de S/150, salir con los amigos por lo menos cuatro veces al mes, ir al estadio a ver a tu equipo preferido y comprar el diario deportivo todos los días. Quizá es hora de replantear cuál de estos -o todos- “gustitos” podrías evitar.
- Fondo de emergencia: Ahorrar es también estar preparado para los imprevistos, como una emergencia médica o un gasto inesperado en fotocopias. Para estar preparado, todo presupuesto debe incluir un una reserva de 5% y el 10% de los ingresos, para cualquier contingencia. Pero ojo: este fondo solo será para emergencia, no para darse “gustitios”.
- Registrar los gastos: El primer paso para cumplir una meta es hacer un plan, el segundo es cumplirlo. Registrar todos los gastos que hacemos, en movilidad, alimentación, vivienda, ropa, entretenimiento, entre otros, es el segundo escalón de esta escalera, porque nos permitirá saber cómo gastamos, y en qué, para poder cumplir con el presupuesto.
- No comprar lo que no necesitamos: Existen un conjunto de objetos y actividades de las que podemos prescindir para evitar salirnos del presupuesto. Cada vez que vayamos a comprar algo que podría comprometer el presupuesto es mejor seguir la regla de las 72 horas: si pasan tres días sin necesidad de tener ese objeto realmente no lo necesitábamos.
- Comprar cosas que podemos tener gratis: Libros, llamadas, ropa o movilidad, son algunas de las cosas que podemos obtener gratis si sabemos cómo. Ir a bibliotecas para acceder a textos, utilizar Wathaspp para comunicarnos, intercambiar ropa en ferias de trueque o movernos en bicicleta para no gastar en movilidad, son algunas técnicas para ahorrar.
- Hacer una lista de los productos antes de ir de compras: La mejor forma de no salirse del presupuesto es evitar comprar productos que no hemos planificado. Por eso, antes de ir de compras a la bodega, el mercado, el supermercado o el centro comercial, debemos hacer una lista de necesidades básicas, evitando de esa forma las compras compulsivas.
- No dejarnos seducir por la publicidad: El marketing, a través de la publicidad, está hecho para hacernos creer que necesitamos comprar determinadas marcas, productos o servicios, que de pronto no necesitamos o no son tan urgentes. Lo mejor es tener presente tres cosas al comprar antes que la publicidad: calidad, precio y tamaño.
- Buscar siempre los mejores descuentos: Esperar a los remates de fin de temporada, hacer uso de los cupones para ahorrar un porcentaje del costo total de las compras, utilizar los beneficios que ofrece la Cuenta Sueldo, entre otros descuentos, nos puede ahorrar entre un 20% y 30% en determinados productos, para gestionar mejor el presupuesto.
- No comprar cuando estemos enojados, tristes o deprimidos: Salir de compras en estados de ánimo extremos son la mejor excusa para salirnos del presupuesto. Bajo el pretexto de “darnos un gusto” para celebrar o salir del estado de ánimo extremo en el que estamos, podemos terminar gastando más de lo planificado, poniendo en riesgo el presupuesto.
- Antes de comprar algo nuevo, trata de vender algo viejo: Vas a comprar un libro pero te falta la plata… vende los libros que ya terminaste o que ya no te sirven… quieres reemplazar tu laptop por una más moderna… vende la que tenías. Si vas a gastar en algo que ya tenías, convierte ese objeto en tu primera fuente de financiamiento.
- Preparar comida en casa: Una de las mejores formas de ahorrar presupuesto es evitar gastos excesivos en alimentación. Por ese motivo, como se trata de una necesidad que no podemos reemplazar, podemos preparar comida en casa para llevarla al centro de estudios, así no tenemos que gastar en la cafetería a la hora del almuerzo.
- Mantener un bajo nivel de deuda: Pagar tasas de interés por dinero prestado del banco debe ser una de las cosas más caras que existen en la vida. Para evitar caer en estos excesos, que podrían hacernos salir del presupuesto por varios meses, es mejor mantener un bajísimo nivel de deuda, evitando el uso desordenado de tarjetas de crédito.
- Ahorrar en servicios básicos: A veces, por comodidad, dejas prendida la computadora para evitar prenderla otra vez, dejas correr el agua más de lo necesario al bañarte o lavar los platos y posees un teléfono fijo que casi ni utilizas. Podrías reducir estos tres gastos, reduciendo el consumo en electricidad y agua, y quizá eliminando tu cuenta telefónica.
- Diviértete con poco dinero (o de manera gratuita): Para reducir tus gastos personales, si bien quizá tengas que reducir los lujos frívolos de tu vida, no es necesario que dejes de divertirte mientras intentas ahorrar. Existen funciones de cine gratuitas en centros culturales y discotecas que no cobran por la entrada. Es cosa de averiguar.
- Ahorra con ayuda de tus amigos: Intercambiar libros, películas o videojuegos, es una forma de seguir disfrutando aquello que nos gusta evitando comprar objetos nuevos. Es cosa de conversar con los amigos, compartir gustos similares y empezar a compartir objetos que no son necesariamente de uso personal. La fraternidad es rentable.
- Evita las adicciones costosas: ¿Has calculado cuánto gastas en cigarrillos al mes o cuánto inviertes en bebidas con alcohol? Quizá no te has puesto a pensar en eso, pero podrías estar gastando una millonada en productos que no le hacen bien a tu salud ni a tu presupuesto. Evítalos y podrás ahorrar más y gastar menos en la cuenta médica.
- Consigue un trabajo de medio tiempo que pague más: Si no te alcanza el presupuesto a pesar de todos los esfuerzos que haces gastando menos, quizá es hora de esforzarse más. Un trabajo de medio tiempo, o una práctica remunerada, podrían ser la respuesta a tus necesidades de dinero y formación como futuro profesional.
- No perder el ánimo: Ahorrar no es fácil, menos si no nos enseñaron desde pequeños a hacerlo. Muchas veces fallaremos, nos saldremos del presupuesto y correremos el riesgo de sobre endeudarnos, pero el truco está en ser persistentes y no perder el ánimo. Ahorrar es un proyecto de largo plazo que podría durar toda la vida.
Ya lo sabes Javier, si cumples estos 20 consejos, podrás acabar tus estudios con menos preocupaciones, pero sobre todo convertirte en un profesional de metas claras.